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domingo, 16 de agosto de 2015

El sufrimiento

Si te fijas bien, en la vida hay muchas cosas que te pueden causar cierta cantidad de sufrimiento. Podemos seleccionar varios ejemplos, y si eres similar a mí, te darás cuenta lo mucho que se puede sufrir con cosas simples que hay o que ocurren en nuestra vida diaria.


  • Ver chicos pequeños jugando de forma brusca alrededor de bordes y esquinas filosas, peor si los chiquillos son pequeños y no puedes hacer nada para hacer que se queden tranquilos, lo que probablemente llevará a un sangriento desenlace o a los chillidos sin fin de un menor de edad
  • Tener que comerte la primera y la última rebanada de pan. con gruesas cortezas.
  • Comer en casa de tu novia. Primero por las cosas extrañas que puedan comer, y segundo por la obligación maldita de tener que conversar con sus padres.
  • Cagar en casas ajenas.
  • Cagar en tu instituto o universidad.
  • Tener ganas de mear en medio de un concierto de música electrónica.
  • Bendecir la comida en casa de una familia cristiana(Siendo la persona poco creyente o atea).
  • Cruzar una calle sin señalizaciones y que la misma sea muy concurrida.
  • Estar en medio de una pelea de novios.
  • Lidiar con personas confianzudas.
  • Coger sin condón.
  • Acordarte del trabajo a entregar el Lunes(El Domingo a las 11:30 PM).
  • Bajarte del metro en horas pico.
  • No saber qué quiere tu novia.
  • Llevar a comer a tu novia y esperar a que se decida qué comer.
  • Jugar un juego online mientras tu madre te pide que pongas pausa.
  • Estornudar cuando tienes diarrea.
  • Tener flatulencias en el salón de clases.
  • Aguantar música horrenda que alguien más escuche.
  • Morder tus labios mientras intentas masticar tu comida.
  • Esperar a que todos los jugadores estén listos(En una partida LAN).
  • LAG.
  • Tener un computador de mierda.
  • Aguantar malos olores en el bus.
  • El calor.
  • Lidiar con vendedores ambulantes muy insistentes.
  • Leer un libro largo.
  • El relleno en las series de TV.
  • Dolor de muelas.
  • Que tu novia te caliente, y no poder calmar tus ganas.
  • Que tu amiga te caliente, y no poder calmar tus ganas.
  • Leerme.
  • Vivir en Venezuela.


Todas esas cosas te pueden causar algún tipo de sufrimiento.

domingo, 1 de marzo de 2015

Me gustaría ser…

Desafortunadamente para mí, soy una persona común y corriente. Por más especial que intente ser, por más diferente que piense yo que soy a los demás, por más atípica que piense que sea mi existencia para los demás. Todo eso es falso. Infortunadamente o afortunadamente, soy una persona normal, sin ningún tipo de talento especial.

No tengo habilidades que hagan sentir mal a otras personas, y mis palabras no son afiladas como dagas. Así que en general no soy una de esas personas que te puedan hacer gran daño con palabras. Mi fuerte en realidad es ignorar y quedarme callado. Pero sin duda me gustaría ser diferente. Me gustaría ser de esas personas malditas que se burlan en la cara de los demás por cualquier motivo estúpido, o por el simple hecho de sentirse superior.

De esos hijos de furcia que se tira pedos en los ascensores y mantienen perfectamente la compostura como si nada hubiera pasado o nada hubiera salido de su ano. Me gustaría ser de esas personas que hacen incomodar a las otras con preguntas demasiado directas. Alzarle la falda a las mujeres sin temer a una cachetada porque realmente no me importe un carajo si me cachetean o no.

De esos que se burlan del Ché Guevara en un salón de clase de Comunicación Social, Artes, o Ingeniería. Sin temer a nadie ni temer represalias en mi contra. Ser de esas personas que le digan al profesor que se equivoco en cierto ejercicio de una manera cruel y altanera con el único objetivo de dejarle mal parado en frente de la clase.

Comer en los salones de clase, fumar en el metro, quitarme la camisa en el trabajo y manosearme las tetillas mientras observo con cara de depravación a mis compañeras de trabajo. Quitarle un dulce a un niño, morderlo, y arrojarlo lo más lejos que mi brazo humanamente lo permita.

Quisiera ser... un maldito.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Tu casa

Hoy llego a tu casa con anhelos de ti
paso la entrada y deposito un saludo
toco la pared al ver su nitidez y brillo
quiero ver lo que no he podido ver
y luego miré atrás para darme cuenta que
¡mierda no hay puerta!

FIN

jueves, 30 de mayo de 2013

Me caí otra vez

Como ya muchos saben, soy una persona con cierta cantidad de mala suerte; cuando me refiero a mala suerte es mala suerte, suerte de mierda. Todos los días opto por persignarme, hacer la danza del pollo, llevar ofrendas a los dioses, pisar tres veces con el pie derecho antes de salir de mi hogar, no pisar las lineas divisorias de las baldosas de la calle (No soy supersticioso, ni mucho menos creyente en religiones), el hecho es que todos los días intento buscar formas de que mi suerte cambie.

Hoy estaba decidido a salir sin tener contratiempos, me preparé mentalmente para el hecho, me puse unas botas de combate que dificultan mucho perder el equilibrio o doblarse los tobillos, y respiré profundo decidido a ir a visitar a mi hermosa novia. Estúpido era pensar que hoy no tendría contratiempos, la mala leche no es buena, es agria como la sourcream, y me persigue a donde voy.

¡Me caí!, maldita sea, ¡me caí! ¿cómo me caí? subiendo a casa de mi novia, ¿de que manera? pisando una camisa vieja en el suelo. No osen a preguntarme cómo carajo me pasó, pero de hecho me pasó, maldigo mi suerte cada vez que respire un chino, mis manos no recibieron mayor daño, y tampoco mis piernas, pero si el hecho de que tengo mala suerte, eso sencillamente me jodió bastante. Camisa troll; lo interesante del asunto es que eso no lo es todo, bajando de la casa de mi novia estrellé mi cabeza contra el techo del todo-terreno donde iba, la puta madre. Encima de eso me monto al bus sólo para seguir sufriendo, conforme que lo tuve que esperar por 40 minutos, volví a golpear mi maldita frente con la entrada del mismo. Odio medir 1.84 (1.86, contando con el grosor de la suela de mis botas de combate ), sentado en un maldito asiento pequeño con un hombre que le costaba enormemente cerrar un poco las putas piernas para dejar que las personas de cierta forma se puedan sentar de una manera un poco más cómoda; más un maldito piernas largas como yo, ¡no! el hijo de sus siete mil putas pensaba que tenía cojones de 4 kilos y medio cada uno, haciendo mi viaje infeliz y doloroso. Mis rodillas son un mar de dolor y son marca "Marcopolo", puesto que las letresitas de mierda se me quedaron marcadas en las mismas, lo puedo jurar.

Mi desgracia siguió cuando llegué a mi destino bajo una llovizna molesta, darme cuenta que se me habían perdido moneditas que tenía en mi bolsillo de atrás, y de paso tener que caminar varias cuadras para llegar a mi casa, para completar tener que aguantarme a un habitante de la calle mal oliente pidiéndome insistentemente dinero, "Mono, mono, ¿me va a regalar alguna monedita mono?", no es que sea un pre juicioso ni que sea despectivo con las personas, pero soy sincero, me ofende enormemente que me pidan dinero en la calle, no por ser un bastardo de mal corazón ni mucho menos, sino porque sé que se lo van a gastar en piedra(droga) [¡Y eso que no soy pre juicioso eh!], el hombre caminó a mi lado aproximadamente 3 cuadras largas, pidiéndome insistentemente dinero, incluso proponiéndome tratos, "Mono deme pues la monedita, vea me da 1000 y yo le devuelvo 500", creo que también me molestó el hecho de que el mendigo tenía más dinero que yo. Finalmente se cansó de seguirme con un mal humorado: "Todo bien, no me de las moneditas, no baje para el ranchito pirobo.", un hombre grosero, mal oliente, y con más dinero en sus manos que yo, un bastardo total, como buen colombo-venezolano que soy le respondí atentamente con un: "Todo bien careximba.".

Entonces llego a mi casa, mojado, sin dinero, con la moral por el suelo, y con el vivo recuerdo de la vergüenza y la desesperanza por ser un chico con mala suerte.

Amigos, amigos, amigos, tengo mala suerte...

lunes, 6 de agosto de 2012

Razones de sobra para pegarse 43 pajazos seguidos y morir lentamente.

Esto va para los hombres.

Si alguien te dijera que es bueno hacer juegos previos antes de tener sexo, quizás estará en lo cierto, pero por las llamas del infierno, duele. Ahora entiendo cuando te dicen "dejarte con las bolas llenas", si la calentada de pijas te quitase 1 año de vida por cada vez que te pasa, se los digo sin que me quede nada por dentro, yo ya estaría muerto desde los 16.

¡Espera! ¿Tienes amigas calienta pijas? pues entonces estas en un serio problema, un problema bastante gordo y doloroso. Es una especie de piedra en el zapato; aunque actúas como si te gustara tener "esa" piedra en el zapato. ¿A quien no le gusta que las mujeres lo toquen?, le digan cosas cochinas o bonitas (Depende de ti.), ¿a quien no le gusta que la chica se te suba encima y te empiece a acariciar?. Creo que a todos, pero, si hay algo que de verdad es una hija de putada siniestra es que luego de hacerte todo lo previamente mencionado, al querer avanzar un poco más, ellas te frenen. "Ay Fuckensio, yo no se, tu eres mi amiguito, y yo te quiero mucho así..." No tengo la necesidad de completar la frase ni mucho menos continuar, la mayoría de nosotros sabemos lo que sigue.

¿¡Pero que carajo hacer!? llega un momento en el que la "calentada de pijas" se vuelve en vez de un beneficio o un "gustico" en una maldita pesadilla, luchas con las ganas de mandar todo a la mierda y meterle tu pene sin importarte si lleva aún puestos los pantalones, porque la verdad tienes el pene tan duro que puede atravesar  hormigón. En este caso lo único que queda es tornarse serio y pedirle que se coma la "comida" que ha calentado una y otra, y otra, y otra, y otra vez.

Déjate de mierdas y pídele sexo, o en caso tal dile que: A menos que quiera completar el proceso que inició, que se detenga ya que ese tipo de jueguesitos a ti no te gustan.

Hay 4 posibles escenarios:

1- Acepta y te la tiras y descargas los 400 mililitros de semen acumulado.

2- Se detiene te mira feo y te dice que no.

3- Te golpea y te dice que no le hables.

4- Se va y deja de ser tu amiga.

Lo bueno es que si te dice que sí, la pasas bien. Tómalo en cuenta.
Si te deja de hablar, nada que hacer, hay tantos peces en el mar...

Es la única opción, es lo más sano que puedes hacer. En serio.

Sino te gusta la idea de arriesgar una amistad buena y "bonita" por cancelar la calentada de pijas, bueno, sigue, después de todo, peor es nada... (Sí, claro...)

Por cierto soy bastante hipócrita, estoy dando consejos que no sigo...

viernes, 27 de julio de 2012

Una mañana, una tarde, que quedaran para la historia.

Todo el mundo sabe que nadie es perfecto, todos en nuestra vida tenemos defectos que en muchos casos opacan nuestras buenas actitudes. Pero no hablare de ese tema en si, hablare sobre lo casi perfecto que es nuestro cuerpo. Sí esa máquina grandiosa, esa maravilla de la bioingeniería de la naturaleza, un sistema más impresionante que cualquier otra cosa que pueda crear el hombre artificialmente, es simplemente una obra de arte de la evolución.

Pero, hasta el mismo cuerpo a veces falla, por no decir que le gusta "joder", no es que tenga razón propia ni mucho menos pero si de vez en cuando toca que atenerse a los problemas que surgen en el, uno de esos casos es cuando nuestro sistema digestivo no puede asimilar bien los nutrientes que le enviamos, cuando la comida simplemente se le hace difícil o casi imposible de digerir.

Recuerdo un día mientras trabajaba en un restaurante de comidas rápidas y comida mexicana del que era dueño mi padre, las cosas no iban bien, desde la mañana presentía lo que pasaría, estaba seguro que el destino ese día me iba a joder; no es que supiera, pero algo en mi vientre me decía que las cosas ese día iban a ser un poco más complicadas de lo común. El primer domicilio del día entregue, y fue ahí mismo cuando sentí un fuerte rugido en mi estómago, todo parecía indicar que las cosas se seguían complicando, el segundo domicilio fue el que delato mi estado en ese momento, ¡sí señor!, se venia una diarrea que creo que se llevo el premio a la más hija de puta que en tenido en todos los tiempos.

Entregué los domicilios correspondientes a las 11:45 de la mañana de ese día, y me fui despavorido a el servicio, limpié muy bien con alcohol y mucho papel higiénico el borde de la taza del inodoro, puesto que las personas pareciera que les cobraran si levantan la tapa para orinar; son unos cochinos de mierda, puse mi culo en el retrete y solo tuve que dejar de aguantar, la mierda simplemente salio sola, cuan catarata de mi culo, sonaba como si fueran truenos, y soltaba relámpagos de mierda por doquier con una fuerza, soltura y velocidad impresionantes, cabe destacar que la taza quedo completamente manchada de flujo diarreico.

No siendo más, continué mis labores de repartidor, esta vez me tocaban los domicilios de las 12:30, hora muy cargada de entregas. Todo volvió a recuperar su ritmo agitado, desgraciadamente cuando me faltaban 2 ó 3 entregas por hacer, volví a sentir ese rugido ronco y típico de una cagada épica. Terminé lo más rápido que pude los domicilios que me quedaban por hacer y me metí corriendo a todo dar al baño, para nuevamente descargar una ira y ferocidad incomparable sobre el inodoro, acompañado de una cara de sufrimiento y unos gemidos de dolor y debilidad. Ésta vez sorprendentemente cagué todavía más que la vez anterior, fue la verdad impresionante, y mi dolor era ciertamente tan fuerte como en la primera ocasión.

Salí recuerdo sudoroso del baño y con una cara de orto del otro mundo, mi padre me preguntó si estaba bien, obviamente yo estaba jodido, en las últimas, desahuciado, deshidratado y bastante molesto con mi estómago. Le respondí sincera y firmemente: "No papá, tengo una diarrea de gran magnitud", eso sí, en voz baja para no ahuyentar clientela con mi enfermedad, que simplemente no me iba a dejar cumplir con mi labor ese día por desgracia. Mi padre con todo el amor del mundo sacó 5000 pesos de su bolsillo y me dijo: "Dale, vete tranquilo, yo hago las demás entregas que faltan.".

Las leyes de Murphy son demasiado claras y verídicas, "siempre que necesites llegar rápido a cualquier sitio, será el momento en el que llegues más tarde.", mi culo estaba roto y quemado, el dolor y el ardor no eran normales, mis tripas estaban en un estado deplorable y mis ánimos estaban en el sub-suelo. Caminando rápido tome un taxi y con voz agitada y gruesa le dije la dirección de mi casa. No contaba yo que mi mala suerte ese día era gigante. Habían unos largos y lentos estancamientos en la carretera; tantos carros, tan poco tiempo.

Tan solo cinco minutos en el taxi fueron suficientes para que otras contracciones llegaran, el dolor era sorprendente, y la fuerza que tenia que hacer para aguantar el "shot" de diarrea era titánica. Filas largas que parecían estáticas, y un taxista conversador hicieron de mi viaje un maldito infierno sobre ruedas, además de ir acompañado por un calor asqueroso. El karma era una des las cosas en las que pensaba, mientras el taxista me sonreía y me conversaba sobre su música favorita y las "chimbitas" que veía por la calle. Yo solo me limitaba a asentir con la cabeza una y otra vez, y en algunos casos acompañar ese gesto con frases selectas: "Ajá, sí", "¡Claro por supuesto mijo!", "Sí, ese tema es super bueno". Los calambres estomacales eran cada vez más fuertes, no sabia cuando tiempo esfinter podría resistir ni mucho menos mi paciencia. Sentía como si la mierda ya no tuviera espacio en mis intestinos, sentía como si quisiera hacer erupción cuan volcán, estoy seguro que si me hubiese cagado encima quizás hubiese tenido mi propio sistema de propulsión a chorro en mi culo y tocaría el techo del taxi.

Finalmente luego de tanto sufrir, llegue a casa estaba a solo 3 cuadras de mi hogar, el sudor corría por todo mi cuerpo, tanto así que sin exagerar dejé el asiento del co-piloto mojado. Las contracciones eran terribles, recuerdo que a veces disimuladamente me sostenía fuertemente del asiento para poder hacer fuerza para aguantar los dolores, llegué a imaginarme incluso tomándole la mano al taxista para mantener el demonio dentro de mi culo, muy parecido a un proceso de parto, solo que en este caso era un proceso de in-parto. Mientras el taxista no paraba de cotorrear mi concentración era de nivel asiático. Las cosas a mi alrededor se hacían lentas, a lo "Matrix". Recuerdo que en un momento estuve a punto de rendirme pero pensé en el asiento pensé en lo que le tendría que pagar al taxista, pensé en la vergüenza, en el honor roto y me volví a concentrar. A esta altura escuchaba la voz del taxista muy lejana, como estando a punto de desmayarme, pero vi la esquina de mi casa y grité: "¡Déjame en la esquina!", lo dije de manera tan repentina y afincada que el taxista se asustó.

Me bajé del taxi y viendo que el taxímetro marcaba 4200 saque el billete de 5000 y prácticamente se lo tire, le dije:"¡¡Gracias, quédate con el cambio!!". ¡Jamás en mi vida me imagine que diría eso!, soy demasiado tacaño. Abrí la puerta de mi casa, entré, cerré la puerta de golpe y me fui a toda velocidad al baño. El brote de mierda fue tan fuerte que puedo jurar que toda la parte interna de la taza quedo recubierta de mierda, puedo asegurar que me dolió tanto el culo que casi pierdo el conocimiento.

Pero al fin terminó, me quede sentado en la taza cerca de 1 hora, intentando sacar todo lo que tenía adentro. a la final me quede sentado con una sonrisa en mi rostro y una mirada perdida y débil. Juro por dios que fue la peor experiencia que he experimentado en mi vida, he estado a punto de morir, me han atracado, he visto gente muriendo, varias chicas que me gustaban demasiado me rechazaron. Pero nada, repito, nada, se le acerca al sufrimiento de montarte cagándote a un taxi y tener que aguantar 45 minutos una diarrea fuerte y despiadada. Ese ha sido y creo que será el momento más difícil por el que he pasado, lo juro.

domingo, 22 de julio de 2012

La relatividad.

¿Qué te parece más asqueroso, o inhumano?:

1- ¿Abandonar un hijo no nato?

2- ¿Quedarse y hacer de la vida de tu hijo una pesadilla?

Es relativo, depende del punto de vista desde donde lo observes, claro que las dos opciones son mierderas, pero analicemos "pro's" y "contras":

** Abandonar un hijo no nato: **

- Pro: no tienes que gastar una fortuna en pañales, médicos, estudios, cuidados, mesadas, mierda...

- Contra: te conviertes en un cobarde de mierda, en un ciudadano asqueroso y sin moral alguna, una rata que abandono a su familia y no tuvo la suficiente hombría como para hacerse cargo de sus acciones, o sea, un autentico fracasado de mierda y culo-roto.

** Quedarse y hacer de la vida de tu hijo una pesadilla: **

- Pro: no hay ninguno...bueno, podrías hacer lo que quisieras con tus hijos, explotarlos, hacer que trabajen para ti... Cosas así. Claro, exponiéndote a ir a la cárcel por eso.

- Contra: Te ganas el odio de tu familia, de la comunidad, y obviamente de tu hijo ó hijos.

Bastante desagradables las dos opciones anteriores. No tienen nada de bueno.

Por otra parte en vez de pensar en que hacer en caso de que tu novia quede embarazada "sin querer" y tener que contemplar las dos opciones previamente establecidas, quizás lo mejor que puedes hacer es ser responsable ¡hijo de puta!. Comenzando con el principio básico de supervivencia de los solteros que se quieren mantener así, solteros, usar condón. Parece bastante simple y estúpido mi consejo, pero es así de sencillo, protégete hijo de tu madre y evita este tipo de inconvenientes que arruinarán tu vida y la de tu familia.

Odio los irresponsables, aunque confieso que yo también soy irresponsable, no en el aspecto previamente mencionado. Pero si en otros varios. Pero yo estoy intentando cambiar, lo juro por mi tío Benito.