Caminar es una de las cosas que más odio en mi vida, en serio, si no necesitara caminar, no lo haría, viviría como los gordos de la película de "Wall-E", en una silla que me mueva a donde quiera, claro que, todo depende del momento en el que necesite caminar. No siempre caminar me cae mal, me cae mal cuando la situación es propicia para que me caiga mal valga la terrible redundancia.
Cuando me refiero a caminar, la verdad me refiero a dar vueltas, y vueltas, y vueltas, por la ciudad. Por ejemplo:
Cuando salgo con mi familia, ya sea a comprar algo para el hogar, o incluso si es para mi, es una de las cosas que más aborrezco, lo malo de todo esto no es caminar en realidad, lo malo es que las tiendas no respetan a los consumidores; poniendo precios absurdos a productos "normales y silvestres", productos los cuales son necesarios aunque no tan especiales, pero de los que siempre va a haber personas que quieran sacar un poco más de provecho de el debido.
Razón por la cual caminar en busca del precio más "aceptable" se ha vuelto parte de nuestra cultura, sobretodo de la cultura latinoamericana. Y es que es en esta pocilga tercermundista en la que están los seres más aprovechados y desagradables:
Los vendedores careros; les encanta venderte zapatos que consigues en el mismísimo Estados Unidos de América u otro país desarrollado a quizás solo unos 30 o 40 Dólares en 200 ó 300 mil pesos, y hasta más. Es asqueroso ver como las personas se aprovechan de los caprichos de los demás.
Ellos son los culpables de mi calvario, de las ampollas en mis pies, de los brazos oscuros que me hacen parecer una "Nucita andante" por el sol que me tengo que tragar, de mis disgustos con mis padres cuando me dicen con toda la calma del mundo cuando preguntamos el precio de un producto en cualquier tienda: "No, ¿sabes que?, sigamos viendo precios...". Los detesto, son mi Némesis, mi desesperación hecha hombre.
Entonces seguimos caminando, y caminando, hasta que luego de mucho dar, encontramos una tienda donde el precio del producto es acorde con nuestra disposición monetaria. Pero... no se ha terminado, apenas empieza, porque ¿sabes que? acaban de ver unos zapatos bien bonitos y quieren saber el precio. Esto significa seguir dando vueltas por todo el lugar comercial, significa que mi hígado esta varios pasos más cerca de explotar en pedazos, significa que mi bilis podría llegar al punto de ebullición, significa que mi calvario seguirá.
¿Sabes que es lo peor? Que aprobaron el TLC, eso significa, que más "cosillas bonitas" van a llegar para ser comercializadas, esto significara más horas de caminata, no odio el TLC, no me parece malo, tampoco me parece la solución a nuestros problemas. Pero si le tengo cierto asco porque eso significara seguir caminando para ver las sandalias nuevas que le llegaron a la tienda donde siempre vamos.
Y además significa que como compramos todos esos productos nuevos e importados, no nos alcanza ni para el taxi, ni para el bus. ¡Fuck!.
¿Sabes que? odio el TLC, odio caminar, detesto los vendedores careros.